FÚTBOL Y MÚSICA - Les comparto una
pequeña reflexión:
A todos nos gusta el deporte, y creo que en especial, basado en ratings y popularidad masiva, el fútbol es el preferido. Cada país tiene varios clubes y equipos, determinados por edades. A la vez, cada nación tiene un sólo equipo nacional que los representa en grandes torneos y es gracias a ellos que millones de personas sienten orgullo patriótico, al menos por unos días. Estas euforias las sentimos frecuentemente.
Como menciono que hay varios clubes, miles de jóvenes entrenan y se preparan en ellos para seguir avanzando en este deporte. Algunos lo harán como un buen sano pasatiempo y otros se lo tomarán en serio. Imaginemos que conocemos a un niño que tiene facilidades y la pasión para ser arquero. Se dedica, se agota en sus entrenamientos, estudia otros arqueros famosos, cumple con todo lo que le demandan en su club, etc. Pero así como él, deben (y hay) varios otros niños con la misma pasión y quizás más entrega que nuestro ficticio arquero protagonista. Supongo que ni bien termine el colegio, o antes, sus padres le dirán "dedícate a otra cosa, no vas a tener trabajo con el fútbol". La verdad es esta: si el niño aspira a lo más alto de su país, el puesto para arquero es UNO solo (aunque hay suplentes que muchas veces ni sus nombres sabemos). Es decir, las probabilidades para que este niño se convierta en el arquero de la selección nacional de su país son muy pocas. Y cuando los técnicos decidan contratar a otro arquero, habrán muchos luchando por ese puesto, como es de imaginarlo. Aún así, los chicos con pasión por el fútbol siguen adelante en aquello que les apasiona.
Algo muy similar sucede en el mundo de la música. El típico "dedícate a otra cosa por que de eso no vas a vivir" es una preocupación válida, y se da también en otros campos profesionales. Si desde niño soñaste en convertir en el trompetista principal de la orquesta nacional de tu país (u otro país) o el clarinetista de una orquesta famosa (equivalente a una selección nacional de fútbol), entonces tus posibilidades de tener ese trabajo también son muy escasas, pero no imposibles. Como músico aspiras a lo mejor, "al puesto de arquero de la selección nacional de fútbol de tu país", aunque también existen otras opciones laborales como las orquestas infantiles o regionales (equivalente a los clubes deportivos).
Nuestra mentalidad de hoy en día nos dice que debemos ganar dinero (mucho dinero, como nunca antes en la historia de la humanidad), y no importa si esto signifique estudiar por largos años algo que no te apasiona, y que luego trabajes más de cuarenta horas a la semana y por décadas en algo que nunca quisiste desde un principio. En este mundo vivimos. Mi pasión - la música - así como la tuya, no la determina un sueldo, no la define las personas a tu alrededor. Sentir pasión por algo es hacer aquello que no puedes vivir sin ello, y que lo haces por propia iniciativa, sin sentir cansancio, flojera, mal humor y por el contrario con la más auténticas ganas de sentirte vivo. Tu pasión también dice quien eres. Que nada te detenga,
A todos nos gusta el deporte, y creo que en especial, basado en ratings y popularidad masiva, el fútbol es el preferido. Cada país tiene varios clubes y equipos, determinados por edades. A la vez, cada nación tiene un sólo equipo nacional que los representa en grandes torneos y es gracias a ellos que millones de personas sienten orgullo patriótico, al menos por unos días. Estas euforias las sentimos frecuentemente.
Como menciono que hay varios clubes, miles de jóvenes entrenan y se preparan en ellos para seguir avanzando en este deporte. Algunos lo harán como un buen sano pasatiempo y otros se lo tomarán en serio. Imaginemos que conocemos a un niño que tiene facilidades y la pasión para ser arquero. Se dedica, se agota en sus entrenamientos, estudia otros arqueros famosos, cumple con todo lo que le demandan en su club, etc. Pero así como él, deben (y hay) varios otros niños con la misma pasión y quizás más entrega que nuestro ficticio arquero protagonista. Supongo que ni bien termine el colegio, o antes, sus padres le dirán "dedícate a otra cosa, no vas a tener trabajo con el fútbol". La verdad es esta: si el niño aspira a lo más alto de su país, el puesto para arquero es UNO solo (aunque hay suplentes que muchas veces ni sus nombres sabemos). Es decir, las probabilidades para que este niño se convierta en el arquero de la selección nacional de su país son muy pocas. Y cuando los técnicos decidan contratar a otro arquero, habrán muchos luchando por ese puesto, como es de imaginarlo. Aún así, los chicos con pasión por el fútbol siguen adelante en aquello que les apasiona.
Algo muy similar sucede en el mundo de la música. El típico "dedícate a otra cosa por que de eso no vas a vivir" es una preocupación válida, y se da también en otros campos profesionales. Si desde niño soñaste en convertir en el trompetista principal de la orquesta nacional de tu país (u otro país) o el clarinetista de una orquesta famosa (equivalente a una selección nacional de fútbol), entonces tus posibilidades de tener ese trabajo también son muy escasas, pero no imposibles. Como músico aspiras a lo mejor, "al puesto de arquero de la selección nacional de fútbol de tu país", aunque también existen otras opciones laborales como las orquestas infantiles o regionales (equivalente a los clubes deportivos).
Nuestra mentalidad de hoy en día nos dice que debemos ganar dinero (mucho dinero, como nunca antes en la historia de la humanidad), y no importa si esto signifique estudiar por largos años algo que no te apasiona, y que luego trabajes más de cuarenta horas a la semana y por décadas en algo que nunca quisiste desde un principio. En este mundo vivimos. Mi pasión - la música - así como la tuya, no la determina un sueldo, no la define las personas a tu alrededor. Sentir pasión por algo es hacer aquello que no puedes vivir sin ello, y que lo haces por propia iniciativa, sin sentir cansancio, flojera, mal humor y por el contrario con la más auténticas ganas de sentirte vivo. Tu pasión también dice quien eres. Que nada te detenga,
Publicado el 16 de febrero del 2013. Aquí el texto original en Facebook.