Clarinetista peruano

 Esta es la historia de una flautista. Esta joven intérprete se presentó para una audición y compitió sólo con dos compañeros de estudio. Quedó tercera. Además, tuvo la fortuna de tomar una clase maestra con un renombrado flautista que, al escucharla, no titubeó en nombrarle sus deficiencias técnicas (el profesor fue algo severo, pero dado su tremendo status internacional, se podía esperar). Confundida, se compara con sus compañeras y ve que, a lo mejor, no avanza tan rápido como ellas. Se frustra. Se enoja con su maestra a quien finalmente, le echa la culpa de sus infortunios.

Si leemos esta historial tal cual, creo que sería justo que la alumna se enfade con su maestra (aunque yo optaría por dialogar). Pero hay algunos puntos claves que no se cuentan en esta historia, y son importantes tomarlos en cuenta.

La audición de la flautista se realizó sin que la maestra preparara a su alumna, es decir, la joven tuvo una gran iniciativa y se presentó sola. Sus compañeros con los cuales compitió, le llevan siete años de estudio.

Durante su clase maestra, recibió varias críticas sobre su técnica de un gran maestro. Aquí, no se cuenta que la flautista lleva sólo un año de estudios formales en una Escuela de Música (o Conservatorio), y que como alumna en formación, está llena de cosas por corregir - a todos nos ha pasado y tiene mucho sentido que nos corrijan , ¿verdad? La alumna se dio un golpe muy fuerte porque piensa que un año es suficiente para ya ser un buen instrumentista.

Ahora la historia se ve diferente: estamos hablando de un principiante, que aspira a grandes cosas (audiciones) y quiere mejorar (clases maestras) pero que no puede manejar la crítica y por sobre todo darse cuenta que se encuentra en un proceso. En música, son muchos años de práctica antes de poder dar un salto sobresaliente (los expertos hablan de un mínimo de 10 años).

Echarle la culpa a la maestra por esa mala audición me parece injusto, si conocemos el escenario completo. Confía en tu maestro y por sobre todo, dialoga con ella/él para que siempre puedas sentir su respaldo, sobre todo en momentos cuando te sientes frágil.

Publicado el 19 de marzo del 2013. Aquí el texto original en Facebook.