Las primeras semanas de marzo tuve el honor de ser invitado como maestro en el 29vo Campamento Internacional de Música de Cámara en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Este campamento está diseñado para jóvenes instrumentistas en edad escolar y este año participaron 60 chicos y chicas de Sudáfrica.
Entre los instrumentos que los estudiantes tocaban se encontraban la flauta, clarinete, fagot, trombón, corno, trompeta, violín, viola, cello y piano. Además se formó un ensamble de jazz.
Los maestros invitados eran en su mayoría miembros de la Orquesta Sinfónica de Ciudad de Cabo, músicos muy dedicados no solo a su labor como intérpretes sino también a la docencia.
El campamento empezó con un recital de los maestros para todos los padres, alumnos e invitados. Las clases se impartían desde las 9:00am hasta las 5:00pm en un espacio con diferentes aulas y habitaciones donde los estudiantes dormían. Cada participantes debía tomar parte de tres ensambles contrastantes y recibir clases de tres maestros diferentes. Entre los ensambles que tuve a mi cargo, me asignaron un cuarteto de clarinetes que pueden observar en la foto de arriba.
Vista de Ciudad del Cabo |
Han sido casi dos semanas de mucho enriquecimiento profesional y personal. Trabajar con jóvenes músicos siempre es un desafío creativo y en especial cuando son de una cultura bastante distinta a la nuestra. Y escuchar a mis colegas - su pasión y seriedad con la que laboraban cada día - ha sido de gran inspiración y reflexión en mi vida profesional.
Este viaje si hizo posible gracias al apoyo de la Especialidad de Música de la Facultad de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, quienes siempre están atentos y dispuestos a apoyarme en mi carrera y desarrollo profesional. ¡Muchas gracias por su valioso apoyo!