Clarinetista peruano

Miércoles 31 de marzo

Marco mazzini y Thelema trioThelema trio en el Museo de Jazz en Kansas City

Ha pasado poco más de un día y ya no sé por donde empezar a narrar lo que me ha tocado vivir en estas horas. Dos conciertos han pasado desde la última vez que escribí en este blog y me encuentro ahora en un bonito hotel en Oklahoma.

El día miércoles lo pasamos en la ciudad de Kansas, tal como lo habíamos planeado. Partimos a las 9:00am y llegamos en 30 minutos al Museo de Jazz, que es en realidad bastante pequeño pero sumamente interesante. Debo admitir que me ha inspirado mucho. Ver el saxofón de plástico que Charlie Parker tocó en 1953, el poster que Pablo Picasso diseñó a Ella Fitzgerald, los contratos que firmaban músicos como Ellington y Parker por tocar cuatro otras y por mínimas sumas monetarias, realmente me ha servido mucho para reflexionar. Y claro, como en toda gira de Thelema, siempre sucede algo...esta vez fue a Peter, y dentro del museo.

Peter Verdonck fue el primero en terminar el tour al museo. Se me acercó en un momento para comentar sobre la trompeta de Dizzy Gillespie (que aunque estaba en exhibición bajo su nombre, no mencionaban si realmente le perteneció). En un momento, Peter desapareció. Ya en el corredor del museo nos encontramos los tres, y Peter nos dice: "Les tengo que contar algo, pero mejor afuera".

La urgencia por tomar un buen café le llegó a Peter luego que terminara su paseo por el museo. Salió a la cafetería del mismo local, y ya con su taza de aromático café en mano, empezó a ver los pequeños objetos que también se exhiben el el corredor (por ejemplo, el saxofón de Bill Clinton). Una de las damas que trabaja en el museo, rozó el brazo de Peter, brazo que sostenía su café. Lo inevitable pasó: el café se derramó, sin que la trabajadora se diera cuenta. Lo que Peter si notó, es que el café dio a parar sobre unos posters que estaban en exhibición sobre una mesa para su venta (a $25 cada uno). Mi amigo hizo lo correcto, y fue tras la trabajadora para explicarle que había derramado café. "Esta bien, deja tu taza en esa mesa", a lo que Peter insiste "si, pero necesito algo para limpiar lo que he hecho, lo siento". "No hay problema, déjalo así". Pero el rostro de la dama cambió cuando Peter le describió el detalle de que "he derramado el café sobre los posters, creo que siete de ellos". "what? Los malograste!". Peter se disculpó y preguntó de manera educada si había algo que podía hacer, como limpiar o simplemente pagar por los daños. La mujer (una gran mulata) lo miró fijamente y le dijo una frase muy rápida que Peter no entendió - algo así como "voyanestarungre". Entonces, para hacerse entender mejor, la trabajadora afila su dedo índice, lo pone bajo el cuello de Peter y, mientras pretende usarlo como un cuchillo y lo desliza de izquierda a derecha, le dice "voy a necesitar tu sangre". Los ojos de Peter deben haber sido paga suficiente para la trabajadora, que luego de unos segundos rió y le instruyó que dejara el café en la mesa, acto que Peter realizó al pie de la letra.

Encontramos un lugar italiano para comer. La comida no fue grandiosa pero la pasamos bien. Empezamos a pasear un poco por la ciudad y nos divertimos mucho con pequeñas cosas que veíamos. marco mazziniUn bonito sol nos acompañó todo el momento. Luego de una sana caminata, partimos con el auto de regreso a la universidad, a eso de las 3:00pm, para alistar con calma nuestro concierto en la Universidad Central Missouri.

Antes de salir a la universidad, Ward, Peter y yo nos tomamos unos buenos minutos para relajarnos. Peter y yo salimos al jardín de la casa de Eric para Marco y peterdisfrutar una vez más del sol y de Maggie, la mascota de la casa. Ward se recostó en su cuarto para tomar una siesta. El silencio invade la casa. Estamos sin nervios algunos y con muchas ganas de hacer música. Salimos luego con el auto y llegamos puntuales a la sala de concierto - 5:30pm, y empezamos a instalarnos poco a poco - yo armé primero mi clarinete, y luego mi clarinete bajo. Cuando Peter terminó de armas su saxo barítono, se dio cuenta que toda su música había desaparecido....¿dónde esta? Pánico por un minuto, hasta que, por descarte, el único lugar posible donde la música pudo haberse quedado es el aula donde ofrecimos la clase maestra. Peter corre al lugar y regresa con todas sus partituras en manos. Podemos continuar en la sala de concierto con tranquilidad. Estamos listo.

El concierto transcurre muy bien, y con un buen número de público joven. La obra Clarmaggeddon sige cautivando al público - y cada vez la tocamos con mayor energía. Realmente termino exhausto luego de tocarla con Thelema! Nos despedimos de Eric y James Gal, el profesor de clarinete de la universidad. quien nos ha atendido también de maravilla. Una noche bonita, y con nuestros corazones llenos de música, partimos hacia Oklahoma. Luego de tres horas de conducir, paramos en un pequeño hotel para descansar. Mañana en la mañana continuaremos nuestro viaje por carretera...