Clarinetista peruano

En en centro de Cajamarca con Jonathan y Mario, el organizador del festival.



hoy me levanté muy temprano: 6:20am estaba ya de pie para ir al corredor del hotel para revisar mi correo y enviar un e-mail a mi amiga Mónica - tuve, luego de muchos años, un pésimo sueño en donde ella estaba presente, y sentí que tenía que avisarle. El sueño no fue muy largo pero hizo que empezara el día bastante preocupado. Me sentí mucho mejor luego de escribirle. Ya conectado y para sorpresa mía, me encontré con Esther, una gran oboista de Bélgica que no veía en Skype por un buen tiempo. Fue bonito verla y conversar por largo rato. Parece que está haciendo mucho frío por allá – qué contraste con Cajamarca, en donde el sol sale con una gran energía.

Pude hacer todos mis asuntos en internet, y Luis se levanta y me ve en el hall del hotel. Pronto me avisa que ya es hora de ir a desayunar. Regreso a mi cuarto, me alisto y salgo para ya encontrarme con mis colegas e ir por un buen desayuno. Para nuestra buena suerte, el mismo mozo de ayer se encontraba ahí, y nos acordábamos de la manera como nos había atendido el día anterior. Fue realmente cómico. El desayuno estuvo rico, con esos grandes panes provincianos con queso mantecoso, jugo y café. Como a las 8:40am fuimos al hotel para recoger nuestros instrumentos y salir en un taxi a la escuela de artes. Llegamos muy puntuales.

Hoy día habían dos nuevos clarinetistas, y les regalé a todos cañas (Gonzalez, que siempre me acompañan!). La clase maestra fue interesante, y nos centramos mucho en el stacatto, ataques y luego los pasos para practicar la respiración circular. Todos felices. Terminamos a las 12, y Jonathan también terminó a esa hora la clase de saxofón. Junto con él y con algunos alumnos, compramos una Inka Kola, galletas y nos sentamos en el parque que se encuentra al frente de la escuela – rodeado de un cerro decorado con imponentes pinos, casitas y animalitos. La vista es hermosa y el cielo muy claro. Durante estos días, he recibido muchos mensajes de mi hermana Angie y de mi padre, y aunque no están conmigo, me siento acompañado por mi familia.

Esperamos al resto de nuestros colegas, y salimos a comer a un lugar muy casero. El primer plato fue un gigantesco ceviche, que estuvo muy sabroso (y picante, Jonathan sudaba con el ají). No duró mucho tiempo en la mesa... Luego nos sirvieron una rica sopa hecha en casa para teminar con chicharrones con picante de papa y arroz. Nadie terminó el menú. Satisfechos, salimos a dar una vuelta por el cerro. El sol nos acaricia, una buena energía se respira en el aire. Me siento muy cómodo con mis amigos (y un buen detalle: no paramos de contar chistes).

Regresamos a paso muy lento a la escuela, y con un gran esfuerzo, me puse a practicar – ya que hoy es el gran concierto del festival. Voy a tocar una obra de Guevara Ochoa, mi improvisación en clarinete bajo sobre una danza peruana, y la obra “Clarinelec” de Nilo Velarde, para clarinete bajo y sonidos electrónicos. Me siento muy tranquilo para esta noche.

Mi práctica es problemática: siento la falta de oxigeno y me canso rápido. Felizmente la respiración circular me va a ayudar a no ahogarme! Incluso, esta mañana pensé en salir a correr, pero no creo que dure ni dos cuadras!. Mañana si salgo a correr, quiero ver como reacciona mi cuerpo en la altura.

En el hotel, me encuentro descansando un rato, y Jonathan me sugiere ir a tomarnos un buen café, lo cual me pareció una excelente idea. Descubrimos un acogedor lugar cerca de nuestro hotel, y nos pusimos a conversar de música, del progreso del Perú, de algunos sueños personales, de PeruSax y de Clariperu. Luego de un buen capuchino y cheese cake, nos regresamos tranquilos al hotel, y ya encontramos listos a Manuel y Pepe. Estábamos aún a tiempo así que tranquilo me alisté. Bajo con mis clarinetes y estamos todos listos para ir a la gran iglesia Belen, que queda muy cerca a la plaza de armas. Nos tomamos esta foto de la izquierda minutos antes de salir a la iglesia.

La iglesia tiene una compleja decoración, y luce realmente hermosa por dentro. Siento buenas energías y por sobre todo, me siento muy tranquilo – bueno, siempre hay un poco de nervios pero nada nuevo para mi. Calentamos...La gente empieza a llegar. El concierto empieza a las 7:45pm con el quinteto de metales de Cajamarca. La gente los acoge muy bien. Luego de ellos, es mi turno...


Vista de la iglesia Belén, con Sound Brass en plena faena musical


Salí muy tranquilo a tocar la obra para clarinete solo, y el sonido es espectacular. Me olvidé que me ahogaba, no sentí nada. Una tras otra toco lo que tenía preparado, y con mi improvisación final la gente se queda feliz. Me piden que toque un poco más, y así lo hice con el clarinete bajo. Me siento feliz. Luego de mi presentación le tocaba el turno a Jonathan, que tocó muy bien. Y para repetir la experiencia de Trujillo, me invitó a improvisar con él en el escenario. Como me he divertido! La gente nos aplaude mucho y los dos sudando de alegría. El concierto continúa con Sound Brass de Lima, que en esta oportunidad tenían a dos trompetistas de Cajamarca. Ya para cerrar el concierto, se unen los trompetistas que han estado asistiendo a las clases maestras. Unos 20 metales en escena...un gran sonido, un buen concierto, todos felices.


Ahora viene la celebración...